lunes, 20 de enero de 2014

El amor a un hijo/a

Querida Coquito:
Hoy me levanto sin saber cómo expresar aquello que me une a tí, estaba pensando cómo celebraría tu primer cumpleaños dentro de algo más de tres meses. Pensándolo bien, no se me ocurre nada mejor que celebrar cada día de tu vida como un regalo para mí, porque es lo que eres, un regalo. Es difícil describir lo que se siente por un hijo, aunque de bebé creo que lo entienden mejor que cuando crecen. 




 Porque tener hijos es una decisión difícil que no debe tomarse a la ligera. Es olvidar el propio egoísmo porque hay alguien que depende y está por encima de tí. Has traído al mundo a  alguien que no te lo ha pedido y tenemos una responsabilidad con él. Pero debo decir que no nos levantamos todos los días por responsabilidad, yo al menos no, sino porque me muero de ganas de ver la primera sonrisa del día que me dedicará ese ser que se despierta a mi lado dando palmitas, tú. Veo en tu cara amor, amor puro. Ese amor se encuentra pocas veces, pues siempre hay algo de desconfianza entre los adultos. Los bebés no mienten, son sinceros y se muestran tal como lo sienten. Así las mamas somos puro instinto acomparañado de amor y que puede caer en la rutina sin expresarlo.
Mi pareja dice que Me miras con cara de enamoramiento, ¿no será que respondes por reflejo a mis sentimientos? Ve una conexión especial entres nuestras miradas, complicidad, intimidad... Tú sabes que conmigo estás segura, tienes la teta que lo arregla todo y si no unas palabras de aliento siempre que las necesites. 
Necesito escribir esto porque no quiero que se me olviden estas sensaciones. Sensaciones que te hacen pensar que nunca estarás sola, pues ya tienes a alguien que te acompañará durante mucho tiempo. Que estaré incondicionalmente contigo. 
Por eso debo dar gracias, gracias a esa persona que lo ha hecho posible: tu Papá. Nunca olvides que te queremos.



Pues sí, lo reconozco, hoy me he levantado ñoña ñoña ñoña... ¿qué le voy a hacer? Pues dejarlo por escrito por si un día en la era de un Coquito adolescente sigue existiendo internet u otra cosa reevolucionada y quiere leer lo que a su madre se le pasaba por la cabeza en vez de hacer algo de provecho en casa o terminar de estudiar ese examen que le apremia. 

Aquí dejo unas instantáneas de familia:

10 comentarios:

  1. sniff, sniff... A un sensiblero como yo no se le hacen estas cosas ;-)

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    1. jaja otro día te levantarás escribiendo lo mismo... si es que una se levanta tierna!!

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  2. Jajaja precioso wapi!!! Ya sabes que me levante igual...bonita familia a disfrutarla.muakss

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    1. gracias, sí... a disfrutarla. Viene bien recordarlo de vez en cuando

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  3. Precioso Virginia!!! no te has levantado noña...te has levantado madre!!!! seguro que todos los días te levantas así, solo que hoy has tenido una especial sensibilidad para transmitírnoslo.

    Besos felices!!!

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  4. Gracias!! apetecía contarlo, ya que el blog lo empecé para la nena... qué menos que seguir dedicándoselo. Besos

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  5. Te entiendo perfectamente..Yo tengo una niña de mes y medio y ya no solo desde que nació, sino desde que supe que estaba embarazada, he experimentado un montón de cosas. Por cierto, he visto que eres de Salamanca..yo soy de Zamora. Besos y ya me pasaré en otro rato por aquí.

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  6. Que bonito!!! si te has levantado ñoña y lo has expresado así, PERFECTO pero guárdaselo que algún día lo pueda leer.

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  7. Es precioso!! La felicidad, en mi opinión, ser madre!!

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  8. Ayyy! Como no he leído esto anteees!!!! Os tengo dicho q paseis los enlaceeees!!!
    Que bonito Vir! A Coquito le encantará leerlo de mayor!<3 vivan las ñoñas!!! Besazos!

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